De las peores cosas que le pueden pasar a un vehículo es que el aceite, el aire de los sistemas hidráulicos, las turbinas y demás sistemas expuestos al ambiente se contaminen o sufran de corrosión y desgaste. Por ello es necesario que la unidad de transporte cuente con buenos filtros.
En el mercado existen principalmente cuatro tipos de filtros para un vehículo:
Filtro de aire
Por cada litro de combustible, es indispensable contar con 2400 o 2650 litros de aire. Este tipo de filtro facilita el acceso de grandes volúmenes de aire hasta el propulsor del vehículo y evita que se desgaste al impedir que las impurezas lleguen al interior del motor.
Filtro de aceite
La función del filtro de aceite es:
Filtro de combustible
Esta clase de filtro impide que las partículas contaminadas y de óxico accedan al combustible; asimismo separa el agua para evitar la corrosión, provocando que los carburadores y las bombas de inyección trabaje correctamente.
Filtro habitáculo
Este es uno de los elementos que solo se recuerda cuando el aire acondicionado tiene alguna falla. El objetivo del filtro habitáculo es impedir la entrada de las partículas de polvo, suciedad, polen, etc. para evitar reacciones alérgicas que pongan en peligro la vida del conductor.
* Fuente: www.tractoportal.com
COMO TU SOLUCIÓN EN ADMINISTRACIÓN DE GASTOS Y PRESTACIONES